Misericordia infinita, justicia perfecta
- Cynthia Cornejo del Val
- Feb 10, 2016
- 3 min read

Estas fueron las dos definiciones en las que el Papa Francisco se enfocó el 03 de febrero ante la Audiencia General, en la que con su estilo propio intenta conciliar ambos conceptos. Aunque podría parecer que estos dos términos son contradictorios, en realidad son complementarios, puesto que la inmensa misericordia de Dios tiene como efecto el ser perfectamente justo.
Pero, ¿qué es la justicia? Si buscamos en el navegador encontraremos una amplia variedad de resultados que van desde definiciones aceptadas por la RAE hasta opiniones de algunos sabios de todas las épocas, intentando englobar que la justicia es el acto moral de dar a cada quien lo que corresponde, pero, ¿qué dicen las Sagradas Escrituras?
Según el libro de Proverbios: “El que sigue la justicia va a la vida, el que practica la injusticia va a la muerte” y según los hechos relatados por los Evangelistas, es fácil apreciar que Jesucristo no solo daba lo que le correspondía al mundo, sino que, sin merecer nada, Él nos amó hasta el extremo muriendo en una cruz, solamente por amor.
Entonces podemos observar que el concepto bíblico y cristiano sobre la justicia, va enteramente ligado con la misericordia infinita de Dios. Al arrepentirnos de corazón es como si antes de llegar al tribunal a ser juzgados por todas nuestras equivocaciones, el juez hablara con nosotros y nos invitara a convertirnos. Así, Dios nos da siempre la oportunidad de meditar nuestros actos y de elegir si en verdad queremos seguir en su camino.
Cada día tenemos la oportunidad de convertirnos en aquella persona que Dios ha tenido siempre en mente, aquél hombre o mujer con buen corazón que ayuda al prójimo, que ama hasta el extremo. Él espera pacientemente que nosotros tomemos la decisión de seguirlo para ayudarnos a dar frutos.
¡Porque el Señor no quiere la condenación de nadie!
A unos cuantos días de empezar la cuaresma nuevamente, ¿qué es lo que vas a cambiar? No es sólo otro año, no es seguir las mismas costumbres, es preguntarte a ti mismo: ¿qué es lo que quiero cambiar en mi vida para ser un reflejo de Cristo?
Es aquí cuando los conceptos de misericordia y justicia dejan de ser meramente conceptos, para convertirse en un estilo de vida, cuando decidimos ser islas de misericordia entre mares de violencia, indiferencia y tribulaciones. Es por eso que al iniciar el próximo miércoles con la Cuaresma, tendremos la ocasión perfecta para limpiar todo aquello que nos perjudica, acudir al sacramento de la Reconciliación para experimentar la Misericordia y mejorar nuestra vida, para vivir en Gracia con Dios.

Pero, ¿cómo ser islas de misericordia? No podemos serlo si no experimentamos este amor, misericordia y justicia infinita de Dios. No podremos perdonar a nuestros hermanos si somos indiferentes con nosotros, con el mundo o con Dios.
Es por eso que la propuesta papal nos invita a ser como Cristo: “La Cuaresma es un tiempo propicio para dejarnos servir por Cristo y así llegar a ser como Él. Esto sucede cuando escuchamos la Palabra de Dios y cuando recibimos los sacramentos, en particular la Eucaristía. En ella nos convertimos en lo que recibimos: el cuerpo de Cristo. En él no hay lugar para la indiferencia”. Es por esto que se nos invita a participar en el Banquete, a ser una isla de misericordia, a ser un vivo reflejo de Cristo.
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